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SAN PATRICIO Y LOS PALOTINOS

MASACRE DE SAN PATRICIO
4 DE JULIO DE 1976 - 2022

Por Elena Luz González Bazán especial para Latitud Periódico

25 de julio del 2022 *

La Iglesia de San Patricio está ubicada en el barrio de Belgrano, Comuna 13. No es casual que en iglesias de Buenos Aires aparezca como Parroquia de San Patricio y los Palotinos.

ALGO DE LA HISTORIA DE LOS CURAS PALOTINOS Y LA LLEGADA A NUESTRO PAÍS

IGLESIA SAN PATRICIO

En 1928 es elegido arzobispo de Buenos Aires el Guardián del Convento de San Francisco, Fray José María Bottaro y Hers.
Como ya era una persona mayor y con dificultades de salud, se le designa lo que se conoce en la iglesia católica como obispo auxiliar a Monseñor Santiago Luis Copello, bastante más joven y que podía colaborar con el trabajo de Bottaro y Hers.
De esta forma, se inicia una reorganización de la Iglesia Arquidiocesana.
Como había escasez de parroquias, uno de los pasos a seguir es la creación de las mismas. En total fueron diecinueve.

Una de las diecinueve parroquias fue la de San Patricio, ubicada en Echeverría 3900, en Villa Urquiza, en el Noroeste de la Ciudad.
Ante el pedido, la parroquia quedó en manos de los Palotinos de Irlanda.
Por qué se dio esta particularidad, porque en esta zona de la actual Ciudad de Buenos Aires, había una comunidad católica de habla inglesa de diferentes nacionalidades.

LA SEDE

ALTAR

En la manzana comprendida por las calles: Echeverría, Estomba, Sucre y Tronador.
Primero se alquila una casa en Echeverría 3773, como sede provisoria. Allí se abre una pequeña capilla y reside su primer párroco, Padre Tomás Dunleavy.
Los otros fundadores de la parroquia fueron: Tomás Pelan, irlandés y Juan Santos Gaynor, argentino, como asistentes.

Se decidió que fuera bajo la advocación de San Patricio, en nuestra Ciudad de Buenos Aires, en aquel tiempo, Capital Federal, porque así hay en otras grandes ciudades del mundo.
Toman posesión de la parroquia, el 1° de enero de 1929, quedando habilitada como tal. Posteriormente, los Palotinos compran terrenos sobre Echeverría entre Estomba y Tronador y una casa en Sucre 3969, todo con su dinero.

Allí se levanta la iglesia, el frente da a la calle Estomba, era de chapa corrugada con revestimiento aislante por dentro lo que le dio excelente acústica.
Hasta 1958 se utilizó este espacio religioso. El nuevo lugar fue construido por los aportes de la feligresía y de la colectividad irlandesa de Buenos Aires y del interior.
El 30 de marzo de 1930 se inaugura el lugar, la bendición estuvo a cargo del obispo auxiliar de Buenos Aires, Monseñor Fortunato Devoto. El edificio tenía una garantía de quince años, pero todavía está en pie en su casi totalidad y sirve de salón y de comedor para el Colegio San Vicente Pallotti.

En tal sentido, el objetivo plantean fue que: durante los primeros años se trabajó en la consolidación de la Parroquia, con el sello palotino de la apertura y del acogimiento para la construcción de una comunidad apostólica, con bases sobre la unidad y el amor. Esta congregación fue fundada en 1835 por el sacerdote romano Vicente Pallotti.

Por Ley 3775/11 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires declara Sitio Histórico al inmueble donde se ubica la Parroquia. El órgano es un Aeolian Pipe Organ (USA), Op 1165, del año 1911.

MASACRE DE SAN PATRICIO

MASACRE

En la madrugada del 4 de julio de 1976 fueron asesinados los sacerdotes de la comunidad palotina de la parroquia de San Patricio, en el barrio de Villa Urquiza, tal su anterior denominación, en la entonces Capital Federal.

Los sacerdotes: Alfredo Leaden, Pedro Duffau y Alfredo Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti.

El Padre Leaden, tenía 57 años, era delegado de la Congregación “Sociedad del Apostolado Católico, fundada por San Vicente Palotti;

El Padre Duffau, tenía 65 años y era profesor;

El Padre Alfredo Kelly, de 40 años, era director de catequesis en Belgrano y profesor en el colegio de las Esclavas del Santísimo Sacramento;

Salvador Barbeito, tenía al momento de su asesinato 29 años, era seminarista, profesor de filosofía y psicología y además rector del colegio San Marón; y

Emilio Barletti, seminarista y profesor.

LA NOCHE DEL CRIMEN

Esa noche, vecinos del vecindario observaron que había un automóvil Peugeot negro, que estuvo mucho tiempo estacionado frente a la parroquia, con cuatro hombres adentro y también visualizaron un patrullero que se detuvo frente a ellos y luego se alejó.

Las primeras personas que a la mañana ingresaron a la parroquia encontraron sobre las paredes y una alfombra leyendas que después fueron retiradas. Las mismas decían: Así vengamos a nuestros compañeros de coordinación federal (en cuyo comedor se había colocado hacía pocos días una bomba) y Esto pasa por envenenar la mente de la juventud.

De la parroquia desaparecieron objetos y papeles.
La comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal envió, el 7 de julio de 1976, una carta a la junta militar, sobre el incalificable asesinato de una comunidad religiosa, con las exculpaciones de siempre. Pero no exigió una investigación ni aportó los elementos de prueba que constaban en la curia de Buenos Aires y en la nunciatura. Por el contrario, al igual que en los casos de Angelelli y Ponce de León, impuso silencio.

El cardenal Aramburu demoró hasta 1978 la ordenación del seminarista sobreviviente Roberto Killmeate y le prohibió pronunciar sermones hasta 1982.

En junio del 2005, el entonces Cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, autorizó la apertura de la causa de beatificación de los Palotinos asesinados.

“Fue un atentado a una comunidad comprometida en el anuncio del Evangelio. El compromiso de fe los llevó a defender el valor de toda vida y promover los valores evangélicos de la justicia, de la paz y del compromiso con los indefensos de la humanidad”, expresó la comunidad palotina en una declaración.

El coordinador del Centro de Espiritualidad Palotina, P. Rodolfo Capalozza, que sobrevivió a la masacre de 1976 dijo que “lo importante no es solo su derramamiento de sangre. Es incalculable los testimonios de personas que hemos sido ayudadas por ellos en nuestro camino de fe”.

A 41 años del asesinato de los padres Pedro Dufau SAC, Alfredo Leaden SAC, Alfredo "Alfie" Kelly SAC, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, el Centro de Espiritualidad Palotina compartió una reflexión del padre Rodolfo Pedro Capalozza SAC, pronunciada durante la misa aniversario del año 2013.
En sus palabras solicitaba: "que pronto la Iglesia los reconozca oficialmente como nuestros intercesores y modelos".

LO QUE DECÍA EN LA MISA

"Murieron porque en un momento en donde la vida no era respetada, en donde unos pocos se sentían dueños de la vida y de la verdad, dijeron con la palabra y los gestos: sólo Dios es el dueño de la vida", "comprometieron su vida de fe con la defensa de la vida humana, tornándose una voz profética".

Luego relata

"Unos días antes de la masacre, tuvimos nuestra periódica reunión comunitaria. Era un día frío y lluvioso. Fue en el salón de la casa parroquial que da a la calle; biblioteca, en aquel entonces, de la comunidad. Comentamos lo que se comenzaba a percibir en el país: personas que desaparecían, detenciones clandestinas, torturas. Surgió una pregunta: ¿ante tal situación, tenemos que seguir en esta línea pastoral que señala y acentúa el valor de la vida y de la justicia como camino de respeto a la misma? Y la respuesta fue: Sí, porque debemos ser fieles a Dios antes que a los hombres, a los poderosos de este mundo. Sabían que esa respuesta podía traer consecuencias duras pero optaron por ser fieles a Cristo en la certeza de que quien da la vida, gana la vida en Él. Esto hace de esas muertes, muertes martiriales", detalla.

"Lo cierto es que algo en común marcó la vida de los cinco, con personalidades y maneras de pensar diferentes: querer ser fiel a Jesucristo, defendiendo y promoviendo el valor de la vida", explica y advierte: "¡Cuánto hemos aprendido de ellos, tanto aquellos que los conocimos personalmente como quienes los conocieron por el testimonio nuestro! ¡Cuántas veces nos ayudaron a iluminar realidades difíciles de superar! ¡Cuántas veces fueron para nosotros luz y ánimo en el camino de la vida! ¡Cuántas veces hicieron presente en nuestras vidas la Palabra de Dios! ¡Cuántas veces nos alimentaron con la Eucaristía y nos dieron la paz del perdón! De nada valdría una memoria, incluso agradecida, si no bebiéramos de la riqueza de sus vidas y de su entrega final".
El padre Capalozza concluye, al contemplar la alfombra en donde entregaron sus vidas, testigo silenciosa de su entrega final, ungida por la sangre de los cinco, que "ellos nos dicen que tenemos que ser apasionados buscadores de la verdad. Sólo ella nos hace libres. Promotores constantes de la justicia. Sin ella una sociedad sucumbe. Por eso, desde el Evangelio denunciamos todo intento de impunidad, de un silencio cómplice de la muerte, de aquí no pasó nada, de esto no hablemos más", y pide al Señor "que nuestra búsqueda de la verdad y nuestro anhelo de justicia esté siempre movido por el amor que busca el bien de todos y, por eso, la conversión de todos".

Además, los recordó con los atributos de cada uno.

La paz de Alfredo Leaden.
La búsqueda apasionada de la voluntad de Dios de Alfie Kelly.
La evangélica humildad de pedro Dufau.
El amor a los jóvenes y la opción por una vida comunitaria fundada en Jesucristo que transmitía Salvador Barbeito.
La mirada en los ideales de Emilio Barletti.

PALABRAS DEL ENTONCES CARDENAL JORGE MARIO BERGOGLIO

En la misa de la celebración de los veinticinco años del martirio, el actual Papa Francisco decía: "Quiero dar gracias a Dios porque todavía hoy, en medio de una ciudad turbulenta, llena de vida, de ansiedad, llena de fuerza, llena de esperanza, llena de problemas, llena de trabajo, quiso darnos una señal. Hay gente que todavía quiere vivir no para sí. Y el Señor permite que haya gente que en esa coherencia muera no para sí, sino para dar vida a otro", luego en la misma misa sostenía que: "Esta Parroquia ungida por la decisión de quienes juntos vivieron, ungida por la sangre de quienes juntos murieron, nos dice algo a esta ciudad, algo que cada uno tiene que recoger en su corazón y hacerse cargo. Despejar etiquetas y mirar el testimonio. Hay gente que sigue siendo testigo del Evangelio, hay gente que fue grano de trigo, dio su vida y germinó".

"Yo soy testigo, porque lo acompañé en la dirección espiritual y en la confesión hasta su muerte de lo que era la vida de Alfie Kelly: Sólo pensaba en Dios. Y lo nombro a él porque soy testigo de su corazón, y en él a todos los demás. Simplemente ruego para tener la gracia de la memoria, que nos haga agachar la cabeza y pedir perdón, usando las palabras de Jesús ?porque no saben lo que hacen?, por quienes desgarraron esta ciudad con este hecho", manifestaba en la misa Jorge Bergoglio.

Para finalizar, ruega al Señor "que pronto la Iglesia los reconozca oficialmente como nuestros intercesores y modelos".

En el 40 aniversario del asesinato, el Papa Francisco envió unas palabras por aquellos hombres sacrificados durante la última dictadura militar.

CARTA DEL PAPA FRANCISCO: SEGUIR LEYENDO

FUENTES: Aci prensa, Aica, Iglesias Buenos Aires, página Palotinos y fuentes propias.

IMÁGENES varias, mural homenajeando a los curas Palotinos.

Primera versión: * 5 de julio del 2018

Caracteres: 11.387

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